Cáncer recurrente: Cuándo la enfermedad regresa y cómo reducir el riesgo
Lima, Nov.25,2025.- El cáncer puede volver después de un tratamiento aparentemente exitoso: a nivel del sitio original (recurrencia local), en ganglios cercanos o tejidos contiguos (recurrencia regional), o en órganos distantes (metástasis). Comprender las causas más frecuentes de recurrencia y mantener controles periódicos son claves para detectar el problema a tiempo y mejorar las opciones de tratamiento, señala el Dr. Luis Torres Gil, cirujano oncólogo y vocero de la nota.
La probabilidad de que un cáncer reaparezca varía ampliamente según el tipo tumoral, el estadio inicial y el tratamiento recibido. “Las tasas de recurrencia no son homogéneas: algunos cánceres muestran riesgo alto en los primeros 2–3 años; otros pueden recidivar a los 5 o más años. Por eso la vigilancia personalizada es fundamental”, explica el Dr. Torres Gil. Estudios señalan que muchas recurrencias aparecen en los primeros años tras la cirugía o el tratamiento adyuvante; por ejemplo, en cáncer colorrectal la mayoría de las recaídas ocurre dentro de los 2 años y alrededor del 90% se detecta antes de los 5 años.
Las causas más frecuentes de recurrencia del cáncer incluyen la enfermedad microscópica residual, es decir, células tumorales que no pudieron ser detectadas mediante imágenes o durante la cirugía y que permanecen activas en el organismo; además, la biología agresiva del tumor también influye, pues algunos subtipos tienen una mayor tendencia a reaparecer o metastatizar tempranamente. A esto se suman los retrasos o la falta de adherencia a terapias adyuvantes como quimioterapia, radioterapia o tratamientos dirigidos, que son fundamentales para eliminar células remanentes. Finalmente, existen factores propios del paciente, como comorbilidades, estado del sistema inmunológico o el incumplimiento de controles médicos, que pueden aumentar el riesgo de que la enfermedad regrese.
Los signos que deben motivar una consulta inmediata son dolor persistente nuevo, pérdida de peso inexplicada, tos o dificultad respiratoria nueva, masas que crecen, sangrados o cambios en hábitos intestinales o urinarios. “Ningún síntoma debe descartarse por su cuenta; una evaluación temprana cambia los pronósticos”, añade el Dr. Torres Gil.
Prevención secundaria: medidas prácticas y seguimiento
● Controles médicos periódicos y personalizados: las guías internacionales recomiendan controles más frecuentes en los primeros 2–3 años (cada 3–6 meses) y luego cada 6–12 meses hasta los 5 años, con ajustes según tipo de cáncer y riesgo individual. La vigilancia clínica y de imágenes busca detectar recurrencia en etapa tratable.
● Adherencia a tratamientos adyuvantes: completar cursos de quimioterapia, radioterapia o terapias dirigidas reduce significativamente el riesgo de recaída en muchos tumores. Asimismo, la incorporación de nuevos fármacos o inmunoterapias ha demostrado disminuir recurrencias en subgrupos seleccionados: por ejemplo, ensayos recientes en melanoma mostraron reducción del riesgo de recurrencia con vacunas terapéuticas e inmunoterapia combinada.
● Estudios moleculares y medicina de precisión: la identificación de alteraciones genéticas mínimas (por ejemplo, ADN tumoral circulante) y pruebas moleculares pueden anticipar recurrencias y guiar tratamientos personalizados o la inclusión en ensayos clínicos innovadores.
● Estilo de vida y comorbilidades: mantener un peso saludable, actividad física regular, control de diabetes e hipertensión, y evitar tabaco y alcohol reduce complicaciones y puede mejorar la respuesta al tratamiento y la supervivencia.
En Perú el cáncer sigue siendo una carga relevante, según GLOBOCAN 2024, el país registra cifras crecientes de incidencia que requieren fortalecimiento en diagnóstico temprano y seguimiento oncológico. “La detección temprana y el acceso continuo a servicios oncológicos públicos y privados son determinantes para reducir recurrencias y mortalidad”, subraya el Dr. Torres Gil.

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