La reconversión laboral será uno de los grandes desafíos para el periodo post Covid-19


Lima, Ene.21,2021.- La reconversión laboral, la formalización del empleo (que caerá 8 puntos porcentuales luego de la pandemia), y la reforma integral de la legislación laboral, serán los principales desafíos que afrontará el siguiente gobierno en el campo del trabajo, sostuvo Jorge Toyama, socio de Vinatea & Toyama. 
En el marco de la rueda de prensa: “2021 ¿empieza la recuperación? Balance laboral 2020 y tendencias 2021”, el experto laboralista sostuvo que el gran reto este año es que la empresa privada en vez del Estado asuma la decisión de recuperar y generar nuevo empleo pues el Estado sólo lo hará de manera temporal y no sostenible. 

“Este gobierno ha iniciado un programa, un poco más agresivo, de empleo temporal público, a través del programa Trabaja Perú del MTPE; sin embargo, la deuda pendiente es la generación del empleo privado pues el empleo sostenible de un país es el empleo privado” señaló. 

En ese sentido, Toyama recomendó al gobierno actual sentar las bases para la siguiente gestión, a través de tres ejes: Primero la reconversión laboral; segundo, que no caiga más la formalización del empleo (ha caído 8 puntos) y, tercero, la reforma integral del marco laboral peruano, para recoger las nuevas tendencias en el empleo. 

Por su parte, Luis Vinatea, socio de Vinatea & Toyama, señaló que la conflictividad laboral se ha incrementado en los tiempos de crisis sanitaria por el impacto que tiene en la economía. “La conflictividad proviene de tres ejes: El eje sindical, el eje institucional y el eje empresarial, factores que se mantendrán a lo largo de este 2021” explicó. 

Luis Vinatea destacó el desafío que tiene SUNAFIL en la conflictividad laboral pues la mayoría de reclamos van a la vía administrativa más que a la vía judicial. En ese sentido, sostuvo que para el 2021, se estaría duplicando el número de inspecciones laborales respecto al 2020. “Durante el 2020, Sunafil ha realizado cerca de 75 mil inspecciones y la proyección para el presente año sería de unas 130 mil inspecciones” indicó. 

Vinatea se refirió al problema del sector agrario en la que menos de un mes se derogó un régimen laboral de promoción que tenía buenos indicadores de formalización. “El cambio que se ha dado en el sector agrario, podría ser un punto de partida para un nuevo sistema de regulación en el país, basado en la presión social, mediática y una debilidad estatal”, advirtió. 

Por su parte, Renato Mejía, socio de Vinatea & Toyama, sostuvo que la pandemia del COVID-19 ha adelantado por varios años la implementación de la tecnología en la organización del trabajo o la ha hecho más intensiva en aquellos sectores donde ya se venía aplicando como por ejemplo en el sector comercial. 

Sostuvo que prevalecerá el trabajo hibrido (combinación del trabajo presencial más el trabajo remoto), la normalización del trabajo que ahora hacemos (ya no volveremos a la normalidad anterior), mayor número de reclamos laborales, mayor sindicalización por necesidad de protección y cada vez un mayor interés a todo nivel por los temas laborales y sociales. 

Lo que deja la pandemia: 

La informalidad laboral creció 8 puntos, un retroceso de una década casi 78%; los sueldos se redujeron en 10 % promedio. mayor desigualdad hombre/mujer; calificados, no calificados; altos ingresos/ bajos ingresos; jóvenes/adultos. Los jóvenes que no trabajan ni estudian, NINIS, aumentó a 2´800 mil jóvenes. El 57% refirió que ha variado/complementado sus ingresos. Solo el 10% de empresas tendrían mejores ingresos en el 2020.

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