La pota en tiempos de cambio: un balance de los avances y desafíos en su ordenamiento en 2025
Con desembarques cercanos al medio millón de toneladas y miles de empleos generados, la pota constituye una de las pesquerías más importantes del país, afirmó el Presidente del Comité para el Manejo Sustentable del Calamar Gigante del Pacífico Sur (CALAMASUR), Alfonso Miranda Eyzaguirre.
Cabe recordar que, en el 2024, la cifra de desembarque de la especie hidrobiológica registró solamente a 188,300 toneladas.
A pesar de ello, Miranda Eyzaguirre manifestó que durante muchos años, estuvo marcada por la informalidad y el débil control.
Afirmó que los cambios observados en 2025 no solo responden a decisiones recientes del Estado, sino a demandas históricas del sector artesanal que hoy comienzan a materializarse.
Agregó que estos hechos reflejan una transición hacia un esquema con mayor regulación y monitoreo.
“Uno de los principales hitos fue la entrada en vigencia del Decreto Supremo N.° 014-2024-PRODUCE, que restableció la obligatoriedad para la flota de aguas distantes, como la flota china, de contar con el sistema satelital peruano como requisito para ingresar al dominio marítimo nacional, independientemente del motivo de ingreso”, resaltó.
Al respecto, el titular de CALAMASUR, destacó el alcance de la norma, aunque advirtió sobre los desafíos que persisten a nivel regional.
“La norma ha sido funcional al exigir el monitoreo de embarcaciones extranjeras. Observamos que la flota pesquera china ha dejado de ingresar a Perú; sin embargo, continúa operando intensamente en los límites marítimos de los países de la región. Su desplazamiento hacia los puertos de Chile evidencia que aún existen resistencias al control y refuerza la necesidad de una mayor cooperación internacional”, indicó Miranda.
Modernización tecnológica de la pesca artesanal
En el ámbito interno, en marzo de este año se actualizó el Reglamento de Ordenamiento Pesquero (ROP) del calamar gigante o pota, mediante la publicación del Decreto Supremo N.° 003-2025-PRODUCE, tras casi 15 años sin revisión.
Para Elsa Vega, presidenta de la Sociedad Nacional de Pesca Artesanal del Perú (SONAPESCAL), la actualización del ROP representa un hito largamente esperado.
“La actualización del ROP marca un antes y un después para la pesquería de la pota. Reconoce derechos históricos de la pesca artesanal y fija condiciones claras para su manejo. Ahora el reto es asegurar su cumplimiento efectivo y avanzar en los ajustes que aún demanda el sector”, afirmó.
Añadió que este nuevo marco normativo reforzó, además, la necesidad de contar con herramientas eficaces de monitoreo, control y vigilancia, lo que a su vez generó avances en la protección de la vida humana en alta mar.
En ese sentido, señaló que uno de los cambios más relevantes fue el avance en la implementación del Sistema de Seguimiento Satelital (SISESAT) en las embarcaciones artesanales.
Vega reveló que las reformas normativas adoptadas en 2024 ampliaron el mercado de proveedores de equipos satelitales de dos a cinco, promoviendo así una mayor competencia y acceso para el sector artesanal.
Como resultado, la titular de SONAPESCAL informó que la cobertura del SISESAT pasó de aproximadamente 1,600 embarcaciones en 2024 a cerca de 2,350 a noviembre de 2025, lo que representa un incremento cercano al 47% respecto al año anterior.
Elsa Vega precisó que este avance permitió que 557 embarcaciones artesanales peruanas estén debidamente inscritas en el Registro de embarcaciones de la Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur (OROP-PS).
Asimismo, la Marina de Guerra del Perú reportó que cerca de 1200 embarcaciones artesanales ya cuentan con radiobalizas, importante para la seguridad de la tripulación en altamar.
Para Stefany Rojas, bióloga y coordinadora de programa de la Fundación Innovations for Ocean Action (I4OA), estas cifras representan más que una mejora tecnológica.
“Estas herramientas no solo mejoran la trazabilidad y el combate contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), sino que también contribuyen a cerrar brechas históricas del sector y proteger la vida humana en el mar”, señaló la especialista.
Tarea para el 2026
A pesar de los avances alcanzados en 2025, Miranda Eyzaguirre indicó que aún persisten brechas importantes que atender, como las limitaciones para ejercer un control efectivo del esfuerzo pesquero, avanzar hacia una trazabilidad realmente funcional y la amenaza latente de procesos de formalización de embarcaciones construidas al margen del marco legal, así como un débil combate a los astilleros ilegales.
Señaló que estos temas serán de prioridad en 2026 a fin de consolidar el ordenamiento alcanzado y evitar retrocesos en la sostenibilidad de la pesquería del calamar gigante.
“Si bien estos avances han contribuido a que hoy la pesquería de la pota esté encaminada hacia la certificación, al haber ingresado al Programa de Mejora del Marine Stewardship Council (MSC), aún resulta necesario atender problemas prioritarios y avanzar hacia una gestión basada en criterios técnicos, científicos y de responsabilidad compartida”, concluyó Alfonso Miranda Eyzaguirre, presidente de CALAMASUR.

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